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ARQUITECTO: ROBERTO VALLE GONZÁLEZ
Promotor: Diputación de ValladolidFecha de finalización: 1999Ubicación: Castillo de Peñafiel, Valladolid
Museo del Vino en el Castillo de Peñafiel
El castillo de Peñafiel se ubica en lo alto de un espigón que separa los valles del Duero y del Duratón. La forma alargada de su planta sigue la dirección norte-sur y tiene una longitud de aproximadamente 210 metros; su anchura es de 20 metros y termina hacia el Norte formando un ángulo agudo. La intervención en el castillo de Peñafiel, para ubicar en él el Museo Provincial del Vino, se puede considerar más que una obra de restauración una obra nueva, por tratarse de una construcción que se introduce dentro de uno de los patios del castillo, con total autonomía e independencia de lo existente.
La edificación se resuelve con una estructura de acero y madera separada de los muros; la madera tiene una referencia al material efímero que formaba parte de las construcciones de los castillos y que con el tiempo ha desaparecido, y también por su presencia en el mundo del vino al que aporta aromas y sabores a través de las barricas utilizadas para la crianza y la reserva, así como en construcciones, aperos y otros elementos utilizados en la viticultura, vinificación, etc.
Los muros del patio del castillo pasan a formar parte del museo, y constituirán en sí mismos la primera pieza a exponer, una pieza arqueológica, como una referencia permanente desde el interior al lugar donde se ubica el museo. La intervención en estos muros se ha limitado a una simple limpieza, respetando el aspecto que presentaban, con sus huellas producto del tiempo y los mechinales y restos de otras construcciones que existieron en el patio.
El museo dispone de tres plantas.
La piedra caliza y la madera de lapacho del contenedor y el cristal de los contenidos determinan y singularizan la atmósfera del museo. El sótano se resuelve por entero en piedra, a modo de una dependencia que se excava en la roca donde se asienta el castillo.
El volumen del nuevo edificio no sobrepasa la altura de las almenas con el fin de que no se perciba desde el exterior y no afecte a la imagen actual del castillo. La transición al interior del museo se soluciona a través de una secuencia de espacios desde el patio exterior y a través de un espacio intermedio o porche, resuelto con una celosía de madera y una fachada de cristal en toda su superficie.
La cubierta del museo, plana y transitable, permite disponer de un lugar nuevo y de gran interés, por las vistas diferentes que desde esa zona se tienen del castillo y de los alrededores, con grandes vistas panorámicas debidas a su situación estratégica, y dota también al castillo y al museo de un nuevo espacio de estancia y exposición, donde se han llevado a cabo, entre otras actividades, conciertos al aire libre.
En la Torre del Homenaje, con tres plantas, se ubican la biblioteca, la zona de administración, una sala de recepciones y una tienda para degustación de los vinos de la provincia.
La superficie total es de 2.751 m2, sin incluir el espacio nuevo de la cubierta.